martes, 20 de octubre de 2009

Etapa 6: Berducedo - Castro 25 kms

28/05









Me marcho temprano, ya que el grupo español se despertó haciendo bastante ruido...

De todas las maneras soy el último. El sendero se inicia bien, el sol está bonito y la mañana muy fresca.
De cara una subida, y poco después llego a La Mesa, un pueblo muy interesante y agradable.
No puedo encontrar nada abierto y mi agua ya había terminado, a pesar de que había rellenado la cantimplora en Berducedo.
Inicia una fuerte subida de 1,2 kms. Los modernos molinos de viento forman el paisaje.



Se subir puede parecer una cosa mala, me esperaba una bajada de 9 kms ...

Sin embargo, estoy con mucha confianza y gana. Bajé tan rápidamente y con una voluntad que ya no me conocía. El paisaje es magnífico.
No encuentro nadie y este facto me suena extraño, porque con mi velocidad ya tendría encontrado el grupo catalán.
Paré sólo una vez para beber agua y comer pan y queso que habían sobrado del día anterior.
Continúo y veo un río abajo, el descenso va a un embalse, que es muy sugestivo. El calor comienza a desgastarme porque estaba sin mi sombrero, que había perdido en algún lugar del camino.
Pasada la represa se inicia otra fuerte subida, esta vez por carretera asfaltada, 4 Km ...



Mi agua se había terminado y con el calor la situación comenzó a endurecerse. Todavía continúo a no ver nadie.

Después de una parte por camino (alrededor de 2 km de sendero) llego a Grandas de Salime, y con todas las tiendas cerradas.
Encuentro el grupo catalán en un bar de la ciudad. No me parecen cansados, visto mi situación ...
En el bar pregunto por comida, pero nada, bocadillos solamente.
Solicito informaciones del albergue y la chica del bar me dice que estaba en un estado de miseria. Decido esperar y seguir para Castro, que estaba 5 kms más adelante.
La camarera me aconsejó a llamar y reservar una plaza, porque el albergue era privado. Para un peregrino, reservar una cama no es agradable, pero dada la situación yo había pocas opciones.
Espero un poco más para salir porque el calor estaba muy fuerte, así se abrirán las tiendas y compro un sombrero para el sol (un poco fuera de moda, pero era necesario) y un pañuelo para el cuello.










Los últimos 5 kms fueran muy agotadores, pero llego a Castro y encuentro Tommaso y Fabiana, la pareja italiana.

El albergue está muy bueno, es de peregrinos, pero con unos toques de lujo, como sábanas y toallas. Los otros peregrinos españoles están allí.
Después de un buen baño y afeitarme hice un paseo por el pueblo.
Además de una pequeña capilla (con un forma diferente, pero muy común en toda la región) había un sitio arqueológico de una fortaleza romana.
Una colonia datada del año 800 a.C. Los romanos estaban bastante en esa zona debido a la cantidad de oro, como pude observar en la etapa del día anterior.



Ahora mismo estoy escribiendo sentado bajo la sombra de un árbol, con una brisa fresca, el canto
de los pájaros y la vista del pueblo con las montañas lejanas.
Regreso al albergue, a través del pueblo, que debe tener cerca de 15 casas como máximo.
La noche fue tranquila, a pesar de los ronquidos del peregrino que estaba en la habitación. Ni me servirán los tapa oídos, que sólo sirvieran para atenuar el ruido, al menos ...

Otras fotos Berducedo - Castro

No hay comentarios:

Publicar un comentario