23/05
Me gustaría empezar haciendo un pequeño comentario para todas las etapas.
Las distancias son aproximadas, ya que en mi experiencia algunas guías y mapas no dan la indicación correcta, por cuenta de muchas circunstancias, tales como obras en carreteras, desvíos, etc ...
El día comienza con un agradable desayuno en la casa de Mercedes, con su simpática madre, ya no era tan temprano, por sobre las 9:00.
No es necesario decir que fue un buen café de calorías :-)
Inicie con un cierto retraso, a las 10:15 hrs, pues en teoría la distancia sería corta, de 23 kms, de acuerdo a los mapas...
Pero la cosa no fue tan fácil, ya inicie perdiéndome a salir de Oviedo, como suele ser, no es fácil encontrar las flechas amarillas del camino en una gran ciudad.
Afortunadamente, al primer error un señor que había notado que me había perdido me ayudó a volver a la ruta correcta.
La misma escena se repitió por lo menos dos veces más, y encontraba siempre la dirección justa con la buena voluntad de las personas.
En la cuarta vez entré en un bar para pedir ayuda, pues las señales habían desaparecido ... Finalmente por el mediodía conseguí salir de Oviedo ...
Caminé en compañía de un señor mayor que comenzó a hablar conmigo y que caminaba lentamente hacia su casa. Después de unos 20 minutos de caminada, me dio unas informaciones y siguió su camino.
Comienzo a sentir realmente que estoy en el camino, las carreteritas a través de los pueblos, senderos y mucho verde.
Y la cosa se inicia con una subida, y logo después de entrar en un sendero veo la capilla de la Virgen del Carmen. Al llegar allí, tres hombres rezaban una novena, la mayoría de las oraciones dedicadas a la Virgen María. Curioso, esperaba encontrar también mujeres y no solamente hombres rezando. Charlo un poco con ellos y después que se van hago mi primer refección del día, con lo que había comprado el día anterior en el mercado medieval.
La lluvia, que antes estaba muy fina, aumenta un poco. Una fuerte subida se inicia hasta el Alto del Escamplero, donde me detengo a tomar algo para refrescarme.
Poco después la lluvia y el camino mejoran un poco, pero nada de los kilómetros pasaren…
Un punto interesante de citar es el puente Peñaflor, del siglo XII, que ya está inmerso en la modernidad, con el asfalto y las vías del tren a lo largo del río.
Entro finalmente en Grado, por las 19:00 y muy cansado.
No es para mi sorpresa, que al llegar a la calle principal que veo Juan, gran amigo, que conocí también por María, y que había participado a la cena de la noche anterior, en Oviedo.
Él estaba allí esperando por mí y fue una gran sorpresa, no esperaba realmente.
Estas son las relaciones de amistad que se crearon por el camino y con una espontaneidad y sinceridad tan fuerte que por esto admiro esta ruta tan especial.
Puesto que ya se hacía tarde y yo estaba super cansado Juan se ofreció a llevar mi mochila en el albergue, que estaba a un poco más de dos kilómetros de la ciudad, a fin de asegurar que había plazas todavía.
Teniendo en cuenta la lluvia y el horario no tuvo mucha duda y acepte la gentileza. Mientras él llevaba mi mochila entré en un supermercado a comprar la cena y el desayuno, visto que el sitio donde estaba el albergue no tenía sitio para comprar alimentos.
Juan retornó y nos encontramos en el supermercado, así que el me dije que había encontrado sitio en el albergue.
Entonces caminé los 2,5 kilómetros que me quedaban, bajo la lluvia y en la carretera de asfalto, más tranquilo sin la mochila, pero sin la capa de lluvia también ...
Espero llegar Juan para tomar una cerveza juntos, que había comprado en el supermercado.
El albergue de San Juan de Villapañada no estaba mal, un señor mayor con problemas de audición, me recibió. Entro en el cuarto de dormir y saludo los peregrinos y ya noto quien son los franceses por sus caras...
Aunque uno de ellos (una chica) me regala su hermosa sonrisa.
Los otros eran sin duda españoles. Estaba complicado organizarme, una pareja francesa hacía de la litera un colgador de ropas…
Aparte de eso, los españoles hicieron lo mismo con las sillas, dejando sólo un par de ellas libres, que fue suficiente para poder cenar sentado.Mal tuvo tiempo para tomar una ducha y comer un bocadillo que los tíos querían apagar las luces para dormir, antes de las 22 ...
Aparte de eso, los españoles hicieron lo mismo con las sillas, dejando sólo un par de ellas libres, que fue suficiente para poder cenar sentado.Mal tuvo tiempo para tomar una ducha y comer un bocadillo que los tíos querían apagar las luces para dormir, antes de las 22 ...
Cosas del camino ...
Bueno, el primero tramo estaba hecho, después de más de 8 horas de caminada…
Bueno, el primero tramo estaba hecho, después de más de 8 horas de caminada…
